Y así es como se acaba el año. Como siempre, nos decimos “¡¿pero cómo se fue tan rápido?”. Y resulta que aquí estamos, a un par de horas de que llegue la medianoche, nos demos los abrazos, nos tomemos la champaña al seco y comencemos un nuevo año, siempre con la esperanza de que sea el mejor de nuestras vidas.
A los que tuvieron un año difícil, de seguro les emociona mucho que comience uno nuevo y dejar todo atrás. Y a los que han tenido un año exitoso, seguramente esperan mucho más del que viene. A mi la verdad es que me da un poco de pena que se vaya el año porque será un año que nunca olvidaré, porque estuvo lleno de cambios positivos y siempre lo recordaré como el año en que me volví vegetariana, que comencé con mi vida animalista, fortalecí muchas relaciones importantes para mi y saqué de mi vida a gente que aunque quería mucho, se estaba volviendo un poco tóxica y aunque esas cosas siempre duelen, tomar ese tipo de decisiones me entregó mucha paz y tranquilidad.
Es por eso que de mis malos momentos del año, que afortunadamente fueron muy pocos, tomo lo positivo, las enseñanzas que me dejaron. Decidí que para evitar malos ratos voy a tratar de escuchar a mi instinto, a esa vocecita, conciencia o como quieran llamarlo, a eso que en lo más profundo de ti te dice “esto no te conviene”. Y tu sigues adelante igual porque eres porfiada y porque siempre escuchas a la otra vocecita malula que te dice “tu dale no más”. O seaaaa ¿a quién no le ha pasado?
Así que ese es uno de mis propósitos para 2015. Por supuesto que no pretendo vivir un año sin cometer errores y que me salga todo perfecto, pero trataré de ser un poco más sensata y tomar en cuenta algo más que mi impulsividad hehe. Lo que si, cuando se trate de pasarlo bien, whatever, haré lo que quiera…..es que hay cosas que nunca cambian.
Mi otro propósito para 2015 es vivir una vida más sana y sustentable. Me quiero dedicar a reciclar todo lo que pueda, preparar casi todo en casa en vez de comprarlo hecho (o que mi mamá o hermano lo preparen haha). Reemplazar todos los productos de limpieza por productos que sean buenos con el medioambiente y que además no testeen en animales, entre muchas otras cosas más. Quiero aprender mucho más sobre ese estilo de vida porque me interesa mucho y obvia que quiero compartir toda esa info con ustedes. Esa es casi mi única y gran meta para 2015.
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